Regreso a clases presenciales en México.

Regreso a clases presenciales en México durante la pandemia de COVID-19"

El debate en torno a la escolarización presencial en todo el mundo ha sido intenso, ha sacado a flote las diferencias de enfoque entre familias y sistemas escolares, y ha brindado la oportunidad de aprender sobre los riesgos de escolaridad y el grado en que las medidas de mitigación pueden reducir el riesgo. La idea de que la escolarización presencial conlleva mayor riesgo de infectarse para los miembros del hogar está presente; pero también existe evidencia suficiente de que las medidas de mitigación comunes y de bajo costo pueden disminuir este riesgo.

Se busca que los estudiantes regresen a las escuelas con el apoyo necesario para asegurar todas las medidas de prevención, para que puedan estudiar en condiciones óptimas, por lo que todos los sectores de la sociedad (gobierno, padres de familia, familiares cercanos e instituciones educativas) deben involucrarse para lograr una apertura adecuada y segura de las escuelas.

Sabemos que el regreso a clases presenciales no está libre de riesgos y las instituciones educativas seguramente mantendrán, además de las medidas necesarias para disminuirlos, opciones para que las personas que no se sientan seguras sobre el retorno, o bien deban guardar confinamiento preventivo de acuerdo con la estrategia, puedan mantener seguimiento de los planes educativos y con ello la decisión de regresar quedará seguramente en cada familia.

¿Pero cuáles son los antecedentes y cómo lograrlo?

La pandemia de Covid - 19 se ha enfrentado a la implementación de medidas estrictas de salud pública centradas en la restricción de movilidad, buscando el distanciamiento físico y en la mayoría de los países, impuso el cierre de escuelas para mitigar la transmisión.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) considera que actualmente alrededor de 220 millones de estudiantes (37 millones en México) se encuentran sin asistir a las escuelas alrededor del mundo, siendo afectados en su educación, además de los altos costos sociales y económicos que esto implica. Sin embargo, el papel de las instituciones educativas en la transmisión y el valor del cierre de escuelas ha sido uno de los temas más polémicos de la crisis sanitaria.

La OMS refiere que el cierre de las escuelas tiene un claro efecto negativo en la salud, educación y desarrollo infantil, así como en los ingresos familiares y en la economía en general, y que algunos beneficios sobre la apertura implican que los estudiantes podrán completar sus estudios y pasar al siguiente nivel, mayor bienestar social y psicológico, acceso a información fiable sobre cómo protegerse a sí mismos y a los demás, reducción del riesgo de abandono escolar, beneficios para la sociedad cómo permitir que los padres trabajen.

Sin embargo, las formas en que la educación presencial influyen en la incidencia del SARS-CoV-2 en la comunidad son complejas. Las escuelas desempeñan un papel único en el tejido social de países y a menudo crean conexiones de transmisión o infección potenciales para las comunidades, que de otro modo serían difíciles.

Incluso si la transmisión en las aulas es rara, las actividades relacionadas con la escolarización presencial, como los medios de transporte al trasladar estudiantes, interacciones con los maestros y cambios más amplios en el comportamiento social cuando las escuelas están de forma presencial, podrían conducir al aumento en la transmisión comunitaria.

En México las escuelas se cerraron el 23 de marzo de 2020 y se presentó una "guía de orientación para la reapertura de las escuelas" que propone un retorno gradual, cauto y ordenado, este plan establece un semáforo regional de riesgo que entró en operación el 1 de junio de 2020.

El semáforo tiene una escala de colores: rojo (nivel máximo de alerta), naranja (nivel alto de alerta), amarillo (nivel intermedio) y verde (nivel de alerta de cuidado cotidiano). En cada color del semáforo se señalan actividades económicas y sociales que se retoman progresivamente y con diferentes niveles de aforo, estableciendo que las escuelas sólo se abrirán hasta que el semáforo esté en verde.

Actualmente en nuestro país se encuentran en semáforo verde 16 estados, sin embargo, una publicación emitida en abril 2021, llamada "Estrategia nacional para el regreso a clases presenciales en las escuelas de educación básica", establece tres etapas para la apertura de las escuelas: etapa 1 (medidas previas) que va en concordancia con el semáforo epidemiológico, en la que se tiene planeada la vacunación del personal docente; etapa 2 (medidas de organización) y etapa 3 (medidas académicas). Aunque hasta la fecha y a pesar de lo planeado no se ha vacunado a la totalidad del personal docente, administrativo y de apoyo; mencionando además que el estado de Campeche fue el primero en regresar a clases el pasado 17 de abril, sin embargo, hubo que suspenderlas nuevamente al regresar el semáforo de verde a amarillo.

Estrategia nacional para el regreso a clases presenciales

La SEP estableció 9 intervenciones básicas:

1. Comités participativos de salud escolar.

Se integrarán con la participación de representantes de madres y padres de familia y personal docente, y estarán a cargo de la desinfección y limpieza de las escuelas y de los tres filtros de corresponsabilidad: casa, escuela y salón de clases, teniendo como objetivo que los responsables del cuidado de los niños identifiquen la presencia de fiebre, dolor de cabeza o algún síntoma de enfermedad respiratoria (tos seca, dolor de garganta, secreción nasal, etc.) En caso de identificar algún síntoma será necesario acudir al servicio médico y permanecer en casa 14 días naturales a partir de la fecha del último síntoma.

2. Garantizar el acceso a jabón y agua para lavado de manos frecuente durante toda la jornada escolar.

3. Cuidado de docentes en grupos de riesgo.

4. Mascarillas o pañuelo obligatorio en el interior de la escuela (medida NO aplicable a niños menores de 6 años).

5. Sana distancia: colocar asientos a distancia entre alumnos de 1.5 metros hacia los 4 lados, aplicable también para docentes y administrativos, por lo que se debe reducir la capacidad de asistencia, alternando a los alumnos por día, reduciéndose a 50% la matrícula del plantel para asegurar la sana distancia. Sugiriendo además, la ingesta de alimentos dentro del salón de clases y en el lugar de cada estudiante.

6. Maximizar el uso de espacios abiertos.

7. Suspender cualquier tipo de ceremonias o reuniones.

8. Detección temprana: En caso de tener un caso sospechoso de infección se envía a todos los alumnos y maestros del grupo a casa por 14 días naturales, se mantienen en observación y si se tienen pruebas negativas se pueden reanudar las actividades escolares.

9. Apoyo socioemocional para docentes y estudiantes.

Estas acciones concuerdan con las recomendaciones emitidas por organizaciones internacionales, a excepción de lo siguiente:

1. Síntomas a vigilar: Dentro de los filtros establecidos por la SEP se establece verificar la presencia de fiebre, dolor de cabeza y síntomas respiratorios; mientras que los Centers of Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos establece que la aparición de cualquiera de los siguientes síntomas en un estudiante, maestro o miembro del personal de la escuela sugiere que la persona debe ser referida a pruebas de diagnóstico.

· Temperatura mayor que 38°C

· Dolor de garganta

· Tos (para estudiantes con tos crónica debido a alergias o asma, un cambio en la tos)

· Dificultad para respirar (para estudiantes con asma, un cambio con respecto a su respiración inicial).

· Diarrea o vómito.

· Pérdida del gusto u olfato

· Aparición de dolor de cabeza intenso especialmente con fiebre.

2. Uso de mascarillas: Los lineamientos en México establecen el uso obligatorio de mascarillas en niños mayores de 6 años. Dentro de sus recomendaciones, los CDC recomiendan no colocar mascarillas en niños menores de 2 años, así como en cualquier persona que tenga problemas para respirar (por asma o enfermedad respiratoria crónica), o que no pueda quitarse la mascarilla o cubrebocas sin ayuda (aquellos con educación o necesidades especiales).

3. Áreas ventiladas: Los CDC proponen mejorar la ventilación en la medida de lo posible para aumentar la circulación del aire exterior, lo que se logra abriendo ventanas, asegurando que los ajustes de calefacción, ventilación y aire acondicionado maximicen la el correr del aire, filtrar o limpiar el aire de la escuela mediante limpiadores de aire portátiles que utilicen filtros de aire de partículas de alta eficiencia, y el uso de extractores de aire en baños y cocinas. 6