¿Vacunar o no vacunar a niños y adolescentes contra COVID-19? Esa es la cuestión.
- Medicert

- 31 ago 2021
- 3 Min. de lectura
La vacunación evita, a nivel mundial, entre 2 y 3 millones de muertes y es una de las historias de mayor éxito de la medicina moderna. Todas las vacunas que se emplean hoy en día han demostrado ser seguras y efectivas al proteger a individuos y poblaciones contra enfermedades infecciosas. Las vacunas contra Covid - 19 no son la excepción, también han probado ser altamente eficaces contra esta grave enfermedad y han evitado la muerte en adultos.
En lo que se refiere a los niños, las vacunas de ARN mensajero de Pfizer/BioNTech y ModeRNA se han estudiado en niños a partir de los 12 años. Estos ensayos clínicos han mostrado que estas vacunas son seguras y generan anticuerpos en los niños, sin embargo, el número de pacientes estudiados no ha sido suficiente para detectar una reducción en casos de enfermedad grave o mortalidad. En los próximos meses se esperan resultados de los estudios que se están llevando a cabo en niños de entre 6 meses y 11 años.
¿Por qué no se vacuna a todos los niños y adolescentes?
A pesar de la evidencia de su seguridad y eficacia, la vacunación de niños y adolescentes contra Covid - 19 continúa siendo polémica, principalmente debido a la distribución desigual de vacunas, inequidad que a nivel mundial cuesta vidas, hay cerca de 80 países en los que menos del 10% de la población ha sido vacunada y en muchos de ellos los trabajadores de salud y personas de alto riesgo no han recibido ninguna dosis de la vacuna.
Uno de los argumentos que se han utilizado para justificar que no es necesario vacunar a los niños contra la Covid - 19 es que las infecciones en este grupo poblacional suelen ser asintomáticas o leves y que raramente cursan con enfermedad grave o mortal. De acuerdo con cifras oficiales, más de 900 niños y jóvenes entre 0 y 19 años han perdido la vida por Covid - 19 en México desde el inicio de la pandemia, lo que representa menos del 0.5% de las defunciones en la población general.
Si bien es cierto que la gravedad de la infección por SARS - CoV - 2 es francamente menor en niños y jóvenes, éste es un argumento que no considera la variabilidad en el curso de la enfermedad. Existen factores tanto biológicos como sociales asociados a un mayor riesgo de gravedad y muerte en este grupo de edad incluyendo sobrepeso u obesidad, raza, condiciones socioeconómicas de vulnerabilidad, acceso limitado a servicios de salud y comorbilidades incluyendo inmunocompromiso y enfermedades crónicas. Por ello, países como Alemania y Reino Unido han priorizado la vacunación entre niños y adolescentes de entre 12 y 17 años que viven con algún factor de riesgo de los antes mencionados, posición respaldada por la OMS con la intención de prevenir casos graves y mortales.

Otro punto a considerar es el efecto de la vacunación en la transmisión comunitaria. Hay evidencia clara de que niños y adolescentes pueden transmitir SARS - CoV - 2 a sus contactos, por lo que su inclusión en los programas de vacunación puede contribuir de manera sustancial al aumento de inmunidad poblacional y controlar la transmisión de la infección.
La interacción social forma parte esencial del desarrollo de niños y jóvenes, por lo que las vacunas pueden contribuir, junto con el resto de las medidas preventivas basadas en la evidencia, a reducir los riesgos en las actividades educativas, deportivas y sociales, y disminuir la necesidad de cerrar escuelas ante brotes o aumento de la transmisión comunitaria, motivo por el que países como Estados Unidos, Canadá, Francia, Hong Kong, Uruguay y Chile han optado por la vacunación de todos los mayores de 12 años.
Si bien, la infección por Covid - 19 suele ser asintomática o leve en niños y adolescentes, la vacunación de este grupo puede jugar un papel importante en el control de la transmisión y en la prevención de los casos graves.
Las vacunas actuales parecen ser seguras en niños mayores de 12 años, sin embargo, será muy importante estar atentos a los ensayos e investigaciones al respecto para tomar las mejores decisiones relacionadas a la salud de nuestros niños.
(Medscape, 27 de agosto de 2021)





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